Una nueva vida
Por: Alejandro Manrique del Castillo
Se ha visto durante este mes que llevamos en cuarentena una constante: El incentivo para que cada persona reflexione más sobre el pasado, el presente y el futuro. Esto es de lo más natural y necesario para este momento nuevo que nos ha llevado a cambiar un estilo de vida monótono el cual al día de hoy, como dice la frase “era feliz, pero no lo sabíamos”. No obstante, siento que hay dos temas que nuestro inconsciente (tal vez por miedo) pasa por alto y que son esenciales para lo que viene: una ilusión falsa respecto a lo pasajero que es este virus y como tenemos “por sentado” lo que es la familia.
Una ilusión falsa.
Todos saben que el Coronavirus no se acaba el día en que finaliza la cuarentena (27 de abril) y también es conocido que aunque probablemente pasemos a una cuarentena con muchos más permisos para unos sectores de la economía, el cuidado y la protección debe ser igual. Sin embargo, parece que los impactos del corto plazo que dan las muertes, la debilidad económica, el miedo, entre otros, nos nubla del largo plazo que creemos que “mejorará cuando todo esto pase”. Esto es justamente lo que recalca Wesley Pegden en su artículo “A call to honesty in pandemic modeling” al establecer que aunque es claro que la cuarentena disminuye los contagiados y los muertos, sin una cura o tratamiento efectivo, lo que hace el aislamiento es ganar tiempo, pero nada más. Pedgen critica los datos dados por Nicholas Kristof el cual establece que el distanciamiento social de 2 meses previene mucho más las infecciones que en 2 semanas (ver figura 1).
En contraste, Pedgen muestra que al quitar el confinamiento, los infectados subirían de manera exponencial de un 50% más de lo que sería distanciarse en 14 días dado a la facilidad que tiene el Covid-19 de propagarse y por lo que virus seguiría circulando (ver figura 2).
¿Todo esto para decir qué cosa?
Que esto va para largo, la OMS dijo en principio que la cura se encontraría 18 meses, sin embargo, hoy son más optimistas por una posible cura que tiene la Universidad de Oxford. Pensemos, en el mejor de los escenarios, que la cura o el tratamiento 100% efectivo se encuentra en 6 meses. ¿Estaremos todos en cuarentena por 6 meses? Claramente no, para poder vivir, se necesita dinero para poder comprar las cosas, como bien lo dice Thierry Ways, “la economía es una manifestación de la vida” porque toda decisión que hacemos impacta en la economía; y la que más impacta, claramente, es no trabajar.
Por eso, lo que trae el coronavirus no es algo pasajero ni mucho menos, estamos ahora en una transición para una nuevo estilo de vida y tenemos que actuar como tal, no hay que creer que nos reiremos de esto en un par de meses como una anécdota más, sino que debemos hacernos la idea que a partir de ahora esta es una nueva etapa y que es indispensable tomar todas las medidas para hacer una transición rápida.
Para mí, la mejor forma es tener en cuarentena para aquellos que no necesitan salir (estudiantes, aquellos que pueden hacer trabajo en casa) y permitir aquellas actividades que sean necesariamente presenciales (Ej: construcción) pero con medidas de salubridad fuertes.
Tenemos “por sentado” a la familia
Como segundo, noto que estos contextos nos muestra que lo verdaderamente importante y fundamental en esta vida, es la familia. ¿O sería mentira decir que es mucho más difícil sobrevivir a esto completamente solo? La familia, en un sentido general, es la muestra que al fin y al cabo son el elemento más importante de esa pirámide de personas que conocemos debido a que ellos están presentes siempre, porque en la diferencia de cada uno pero en la unidad de los miembros, se puede superar los momentos difíciles. (Aclaro que dejo a libertad la concepción que cada uno tiene de familia).
Concluyo recalcando que no estamos en un nuevo capítulo de nuestras vidas, sino en un nuevo libro en el que podemos corregir aquello que hicimos mal, mejorar aún más lo que iba bien y adaptarnos a aquello que antes hacíamos y ahora no podemos. Ojalá todo esto lo hagan al lado de una familia, porque situaciones extremas nos muestran que esta es la que verdaderamente está apoyándonos todo el tiempo. El CEO de Netflix Reed Hastings lo dice perfecto: “Mi verdadero legado es lo que le dejo a mi familia.”
Se ha visto durante este mes que llevamos en cuarentena una constante: El incentivo para que cada persona reflexione más sobre el pasado, el presente y el futuro. Esto es de lo más natural y necesario para este momento nuevo que nos ha llevado a cambiar un estilo de vida monótono el cual al día de hoy, como dice la frase “era feliz, pero no lo sabíamos”. No obstante, siento que hay dos temas que nuestro inconsciente (tal vez por miedo) pasa por alto y que son esenciales para lo que viene: una ilusión falsa respecto a lo pasajero que es este virus y como tenemos “por sentado” lo que es la familia.
Una ilusión falsa.
Todos saben que el Coronavirus no se acaba el día en que finaliza la cuarentena (27 de abril) y también es conocido que aunque probablemente pasemos a una cuarentena con muchos más permisos para unos sectores de la economía, el cuidado y la protección debe ser igual. Sin embargo, parece que los impactos del corto plazo que dan las muertes, la debilidad económica, el miedo, entre otros, nos nubla del largo plazo que creemos que “mejorará cuando todo esto pase”. Esto es justamente lo que recalca Wesley Pegden en su artículo “A call to honesty in pandemic modeling” al establecer que aunque es claro que la cuarentena disminuye los contagiados y los muertos, sin una cura o tratamiento efectivo, lo que hace el aislamiento es ganar tiempo, pero nada más. Pedgen critica los datos dados por Nicholas Kristof el cual establece que el distanciamiento social de 2 meses previene mucho más las infecciones que en 2 semanas (ver figura 1).
En contraste, Pedgen muestra que al quitar el confinamiento, los infectados subirían de manera exponencial de un 50% más de lo que sería distanciarse en 14 días dado a la facilidad que tiene el Covid-19 de propagarse y por lo que virus seguiría circulando (ver figura 2).
¿Todo esto para decir qué cosa?
Que esto va para largo, la OMS dijo en principio que la cura se encontraría 18 meses, sin embargo, hoy son más optimistas por una posible cura que tiene la Universidad de Oxford. Pensemos, en el mejor de los escenarios, que la cura o el tratamiento 100% efectivo se encuentra en 6 meses. ¿Estaremos todos en cuarentena por 6 meses? Claramente no, para poder vivir, se necesita dinero para poder comprar las cosas, como bien lo dice Thierry Ways, “la economía es una manifestación de la vida” porque toda decisión que hacemos impacta en la economía; y la que más impacta, claramente, es no trabajar.
Por eso, lo que trae el coronavirus no es algo pasajero ni mucho menos, estamos ahora en una transición para una nuevo estilo de vida y tenemos que actuar como tal, no hay que creer que nos reiremos de esto en un par de meses como una anécdota más, sino que debemos hacernos la idea que a partir de ahora esta es una nueva etapa y que es indispensable tomar todas las medidas para hacer una transición rápida.
Para mí, la mejor forma es tener en cuarentena para aquellos que no necesitan salir (estudiantes, aquellos que pueden hacer trabajo en casa) y permitir aquellas actividades que sean necesariamente presenciales (Ej: construcción) pero con medidas de salubridad fuertes.
Tenemos “por sentado” a la familia
Como segundo, noto que estos contextos nos muestra que lo verdaderamente importante y fundamental en esta vida, es la familia. ¿O sería mentira decir que es mucho más difícil sobrevivir a esto completamente solo? La familia, en un sentido general, es la muestra que al fin y al cabo son el elemento más importante de esa pirámide de personas que conocemos debido a que ellos están presentes siempre, porque en la diferencia de cada uno pero en la unidad de los miembros, se puede superar los momentos difíciles. (Aclaro que dejo a libertad la concepción que cada uno tiene de familia).
Concluyo recalcando que no estamos en un nuevo capítulo de nuestras vidas, sino en un nuevo libro en el que podemos corregir aquello que hicimos mal, mejorar aún más lo que iba bien y adaptarnos a aquello que antes hacíamos y ahora no podemos. Ojalá todo esto lo hagan al lado de una familia, porque situaciones extremas nos muestran que esta es la que verdaderamente está apoyándonos todo el tiempo. El CEO de Netflix Reed Hastings lo dice perfecto: “Mi verdadero legado es lo que le dejo a mi familia.”
Figura 1
Figura 2